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OBISPOS DE LA DIÓCESIS

  • Mons. Aurelio Torres Sanz. Primer Obispo de Cienfuegos, nombrado el 1ro de abril de 1904. Renunció en 1916.
  • Mons. Valentín Zubizarreta Unamunzaga. Siendo Obispo de Camagüey, es nombrado Administrador Apostólico de Cienfuegos en 1916, y Obispo en 1922. Él mismo había consagrado la Parroquia de La Purísima Concepción como Catedral en 1903. En 1925 pasa a ser Arzobispo de Santiago de Cuba.
  • Mons. Eduardo Martínez Dalmau. Obispo de Cienfuegos a partir de 1936 y hasta 1959, año en que se marcha de Cuba.
  • Mons. Alfredo Müller San Martín. Administrador Apostólico en 1959 y Obispo en 1961. Tuvo a su cargo la restauración de la Catedral. Renunció en 1970, y desde 1971 llevó el título de Obispo Emérito de Cienfuegos. Murió en esta misma Diócesis en 1993, siendo párroco de Caonao.
  • Mons. Francisco Oves Fernández. Obispo Auxiliar de Cienfuegos desde el 16 de julio de 1969 hasta febrero de 1970, fecha en la que es nombrado Obispo de la Arquidiócesis de La Habana.
  • Mons. Fernando Prego Casal. Administrador Apostólico de Cienfuegos entre 1970 y 1971. Obispo de la Diócesis de Cienfuegos-Santa Clara entre 1971 y 1995.
  • Mons. Emilio Aranguren Echeverría. Obispo Auxiliar de Cienfuegos-Santa Clara entre 1991 y 1995. Obispo de Cienfuegos desde el 10 de junio de 1995 hasta el 2005.
  • Mons. Domingo Oropesa Lorente. Obispo de Cienfuegos desde el 15 de septiembre del 2007.

Mons. Aurelio Torres Sanz

Obispo Aurelio Torres Sanz

Habanero de nacimiento, llega al mundo en 1861 y años después viste el hábito de los Carmelitas Descalzos en España. Realiza estudios de Filosofía Escolástica y Teología Dogmática, en Bilbao y es ordenado sacerdote en Ávila.

Antes de ser sacerdote Aurelio trabaja como tipógrafo en una imprenta y realiza labores como redactor de revistas. En los inicios Aurelio presta servicios en las Fosas Municipales de La Habana. El primero de abril de 1904 es nombrado Obispo de Cienfuegos, siendo consagrado el 31 de mayo de 1904, en la Catedral de la Perla Sureña. Monseñor Aurelio Torres Sanz, quien se convirtió en esa fecha en el primer Obispo de la Diócesis y comienza a realizar su labor pastoral, no solo en la localidad, sino en la naciente comunidad de la Catedral de los inicios del siglo XX.

A este obispo se le atribuye la fundación de la Archicofradía del Niño Jesús de Praga, la construcción del asilo para niñas huérfanas y la erección del Palacio Episcopal de Cienfuegos. Por otra parte trae a Cuba a las Religiosas Oblatas de la Providencia que se dedicaron a la enseñanza y cuidado de niñas negras. Fundó además en La Habana el Colegio San Felipe, del cual fue profesor y director.

Fundamental fue el apoyo que este le brindara a la fundación de las Dominicas Americanas. Con las características de un carmelita con pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero que heredaron del profeta Elías, Aurelio asumió una nueva Diócesis y la evangelización citadina de los cienfuegueros. El propio hecho de su ordenación lo ubica en la comunidad, lo lleva a establecer un compromiso con sus fieles. Al no existir sacerdote en este período en esta parroquia, cumple sus deberes de oficiar misas y sacramentos.

En estos años existe una presencia significativa de carmelitas en la región central del país. Puede mencionarse al sacerdote espirituano Marciano García, y a otros que formaron parte, junto a Aurelio, de este grupo de predicadores con tendencia carmelitana.

Mons. Aurelio en 1913 fue designado Administrador Apostólico de Santiago de Cuba y renuncia en 1916 producto de su enfermedad. Muere años más tarde, en La Habana, el 8 de Mayo de 1920. Sus restos mortales descansan en el cementerio de Colón.

Mons. Valentín Zubizarreta Unamunzaga

Obispo Valentín Zubizarreta

Proveniente de Echeverría, Vizcaya, nació en 1862 y con solo dieciséis años ingresa en la orden de los Carmelitas Descalzos.

Fue preconizado Obispo de Camagüey y nombrado Administrador Apostólico de Cienfuegos en 1916. El 25 de noviembre de 1917 es consagrado Obispo Apostólico de Cienfuegos Mons. Valentín Zubizarreta Unamunzaga.

Atendió la Diócesis de Cienfuegos y dejó su impronta en la Catedral aun cuando permanecía el mayor tiempo en la región camagüeyana. Su paso en estos años alentó a la comunidad desde su profundo conocimiento teológico. En su vida escribió varios textos académicos para la formación de sacerdotes en los seminarios cubanos.

Cinco años más tarde, en 1922 se consagra definitivamente como Obispo de Cienfuegos donde presta sus servicios hasta 1925, fecha en que se traslada a Santiago de Cuba para continuar su misión en esta región oriental.

En los años que estuvo en la región, colaboró para el establecimiento de religiosas dominicas francesas en la región de Trinidad, así como las Hijas de la Caridad y las Teresianas en Cienfuegos. Mons. Valentín posibilitó la entrada de sacerdotes capuchinos a la localidad.

Mons. Eduardo Martínez Dalmau

Obispo Eduardo Martínez Dalmau2

Nacido en La Habana en 1893, a finales del siglo XIX. De joven ingresa en el Noviciado de los Pasionistas de Gaviria, España. Su formación le permitió llegar a ser profesor en Roma, de Derecho Canónico, de Sagrada Teología e Historia Eclesiástica.

Realizó estudios para sacerdote en el Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana y el 16 de Noviembre de 1936, Mons. Eduardo Martínez Dalmau se convirtió en el tercer obispo de la Diócesis de Cienfuegos, donde presta sus servicios por un período de veintitrés años, hasta 1959.

Dalmau fue sacerdote pasionista, gran estudioso de la literatura cubana. Es de suponer que estaba dotado de una exquisita cultura por su intelectualidad e insistencia en estos oficios. Dotó al Palacio Episcopal de Cienfuegos, de una valiosa biblioteca y de una artística capilla de estilo basilical. Fue miembro de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales y de la Academia de Historia de Cuba y en su periodo en la Perla del Sur, realizó aportes significativos a las tendencias de la cienfuegueridad de la época.

Gran escritor, promotor de la cultura cienfueguera y fiel admirador del Siervo de Dios, Félix Varela. Acerca de su persona, escribió: “Pocas Repúblicas de América y pocos pueblos del mundo pueden gloriarse de haber tenido entre sus hijos a un hombre en quien se hermanaban en forma tan eminente y singular, la inteligencia y la virtud, la honradez y el patriotismo. Poseerlo Cuba, nuestra Patria amada, es una de sus mejores glorias. Concurrir a que el lustre de su vida no se empañe, es un deber y un honor de todos los que nos sentimos orgullosos de llamarnos hijos de una República libre y progresista.”

Es importante destacar que en estos años, comienzan a florecer en Cienfuegos las escuelas católicas donde se establecen un grupo de congregaciones como el de las Hermanas Teresianas. Dalmau juega un importante papel para facilitar la presencia misionera de esta congregación y realizó contribuciones para el emprendimiento de las labores educativas en la localidad.

En el año 1940 Mons. Eduardo Martínez Dalmau, tiene la idea de organizar un Congreso Eucarístico Diocesano que tiene lugar en Cienfuegos del 2 al 7 de enero de ese año y marcó un antecedente importante en la localidad, dejando frutos para la adoración eucarística.

Fueron veintitrés años de servicio pastoral, en los que le tocó animar a grupos laicales de la época como la Federación Femenina de Acción Católica, y otros, que conformaban la comunidad de la Catedral.

Mons. Emilio Aranguren lo caracterizó como "un hombre de letras, estudioso de la literatura cubana, fundamento sólido para cualquier estudio sobre la vida del Siervo de Dios, Padre Felix Varela.”

En 1958, retornan a Cienfuegos, procedentes de Córdoba, los restos del fundador de la ciudad Don Luis D’ Clouet. En esta ocasión, fueron recibidos en la Catedral de Cienfuegos, y tuvo lugar una misa celebrada por Mons. Martínez Dalmau, quien influyó, junto al Ateneo de Cienfuegos, para que fuera autorizado este acontecimiento.

En 1959, Dalmau abandona la isla, como parte del gran grupo de religiosos y sacerdotes que sufren la salida forzosa producto de la incertidumbre generada a partir del nuevo proceso revolucionario.

Mons. Alfredo Müller San Martín

Obispo Alfredo Müller

Nació en la capital cubana de principios del siglo XX, lo vería nacer La Habana en 1902. Realizó estudios para el sacerdocio, en el Colegio de los padres Escolapios y en Abril de 1959 es nombrado Administrador Apostólico de Cienfuegos. Dos años más tarde, en 1961, se convierte en el cuarto Obispo de la Diócesis.

En su período tuvo a cargo una importante etapa de la historia de la iglesia en Cienfuegos y en Cuba por los cambios políticos de la nación y el surgimiento de las contradicciones entre Iglesia Católica–Estado, en todos estos años.

Le toca a Müller vivir la amarga experiencia de la expulsión de sacerdotes y religiosos de la isla y de Cienfuegos y quedarse con muy pocos pastores para atender a la entonces Diócesis que ya comenzaba a crecer en población. Por otra parte, el hecho de permanecer al lado de sus fieles en ese duro momento, le otorga a su figura una singularidad. Sin embargo, las dificultades de estos años no impidieron que este Obispo impulsara programas catequéticos y de ayuda a las personas más pobres. Promotor incansable de vocaciones sacerdotales. Asume la restauración de la S. Iglesia Catedral de Cienfuegos en este período y de otras obras de restauración.

En 1971 por su salud precaria, renuncia a su cargo de Obispo y es nombrado Emérito de Cienfuegos. Falleció en 1993, siendo párroco de Caonao.

Mons. Francisco Oves Fernández

Obispo Francisco Oves Fernández

Camagüeyano de nacimiento, llega al mundo el 4 de enero de 1928. Realiza estudios sacerdotales y es ordenado el 13 de abril de 1952 por Mons. Enrique Pérez Serantes, arzobispo de Santiago de Cuba, en la catedral de Camagüey.

En septiembre de 1961, siendo párroco de una comunidad en Santa Cruz, Camagüey, fue desterrado a España en el vapor Covadonga juntamente con Mons. Boza y mas de 150 sacerdotes. Fue a Roma y con Mons. Boza y el P. Agnelio Blanco se entrevistó con el Papa Juan XXIII.

Con la ayuda del P. Calogero Gliozzo, S. J., antiguo provincial, director de la revista Civiltà Cattolica y del Instituto de Sociología Pastoral, cursó estudios en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en donde obtuvo el doctorado en Ciencias Sociales.

En 1965 el encargado de negocios del Vaticano en Cuba, Mons. Cesare Zacchi, logró que el P. Oves regresara a Cuba. Presta sus servicios como párroco en la Iglesia de San Francisco de Paula, en La Habana y además fue profesor de Sociología en el Seminario San Carlos y San Ambrosio.

Es consagrado en la S. I. Catedral, como Obispo Auxiliar de Cienfuegos el 16 de julio de 1969 por Mons. Cesare Zacchi, obispo titular de Zella, encargado de negocios de la Santa Sede en Cuba, asistido por Mons. Alfredo Müller San Martín, obispo de Cienfuegos y por Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, obispo de Camagüey. Al día siguiente, concelebró con todos los obispos en Santa Clara. Prestó sus servicios hasta el mes de febrero de 1970, fecha en la que es nombrado Azobispo de La Habana sucediendo a Mons. Evelio Díaz Cía.

Enfermo de los nervios, fue llevado a Roma a comienzos de 1980. Fallece en Estados Unidos, el 4 de diciembre de 1990.

Mons. Fernando Prego Casal

Obispo Fernando Prego

Nace en La Habana en 1927 y tras su ordenación sacerdotal “Prego, fue nombrado Administrador Apostólico de Cienfuegos en 1970, y en 1971, Obispo de la Diócesis de Cienfuegos-Santa Clara al ser trasladada la sede a esta última ciudad.”

Radicaba en Santa Clara, pero no por esa causa dejó de atender a la iglesia cienfueguera en toda su etapa de obispo. Celebró muchas misas en la Catedral de Cienfuegos y muchos de los fieles lo recuerdan con gran alegría.

En 1986 participa en el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC), cuando ocupaba el cargo de Secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Mons. Emilio Aranguren, en misa celebrada en la S. Iglesia Catedral de Cienfuegos, el 4 de febrero de 1996, con motivo de cumplirse los 25 años del ministerio episcopal de Prego, le dijo públicamente: “Desde 1971 hasta 1995, usted fue nuestro pastor, que aún con las manos vacías, nos ha entregado esta nueva experiencia de la Iglesia.” Más adelante expresó: “ Al tomar esta antorcha encendida, experimento más que en las manos, en el corazón, la fuerza del incremento de la fidelidad a la Iglesia que usted ha sabido infundir durante su servicio pastoral.”

En otra ocasión también comentó al respecto de la figura de Prego: “Cubano de nacimiento y con larga experiencia pastoral parroquial y en el asesoramiento de la espiritualidad laical latente en muchos de los adultos jóvenes que despertaban el compromiso familiar y la disposición de continuar ofreciendo el testimonio de su identidad cristiana y pertenencia eclesial.”

Mons. Prego ocupó diferentes cargos en el Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, ordenó a 15 sacerdotes y en su período abrió nueve casas de religiosas en la Diócesis. Fue Presidente Nacional de la Institución de Cáritas Cubana fundada en 1992.

Mons. Emilio Aranguren Echeverría

Obispo Emilio Aranguren

Nacido en la ciudad de Santa Clara, el 2 de septiembre de 1950, es el menor de cinco hermanos. Sus padres eran descendientes vascos. Desde muy temprana edad, Emilito sintió vocaciones religiosas y recibió los sacramentos de iniciación cristiana. Se confirmó por imposición de manos de Mons. Eduardo Martínez Dalmau.

Tuvo influencia cuando joven de los padres salesianos presentes en Cuba y prestó servicios de catequesis, acolitado y liturgia.

Ingresa en el Seminario “San Carlos y San Ambrosio”, de La Habana, justo al culminar sus estudios del doce grado, con la bendición de Mons. Alfredo Müller.

Es ordenado diácono el 8 de diciembre de 1975, con la presencia de Mons. Mario Tagliaferri, entonces Pronuncio apostólico. Este hecho fue en la S. I. Catedral de Cienfuegos.

La ordenación sacerdotal del Padre Emilio, tuvo lugar el 1ro de febrero de 1976 en la Catedral de Santa Clara, por imposición de manos de Mons. Prego Casals. El lema que utiliza Emilio para la ocasión es “Proclama la Palabra a tiempo y destiempo”, tomado del Libro II de Timoteo. Por esta fecha realizaba labores en varios pueblos de Cienfuegos.

En 1986, cumple una importante misión: promover, animar y organizar el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC), formando además parte de la comisión que redactó el documento final de este evento. Del carácter de Emilio se refiere en la revista FIDES: “Siempre de visita en visita y con la sonrisa de su buen humor y confianza en el Señor, dejaba su deseo del Evangelio, por donde quiera que pasaba.”

Justo en este año, viaja a Colombia para realizar un curso de Planeación Pastoral auspiciado por la CELAM. Fue nombrado consultor de la Diócesis Villa Clara–Cienfuegos, miembro del Consejo presbiteral y Notario Instructor Judicial de la Diócesis.

El 30 de abril de 1991, es nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis y solo unos meses más tarde, el 23 de junio de ese mismo año, recibe su Ordenación Episcopal en la iglesia Santa Clara de Asís de Villa Clara. Su lema fue “Ánimo”, frase que mantuvo durante todos sus años de servicio en Cienfuegos.

En Julio de 1993, Mons. Emilio viene a vivir a Cienfuegos, teniendo su sede en el Obispado. Fue un año difícil para todo el pueblo de Cuba, por la dureza de la crisis económica y la inestabilidad en el país. Emilito enfrenta en Cienfuegos la más dura etapa del llamado “período especial”. Ese fue el año en que los Obispos de Cuba publican el mensaje “El amor todo lo espera”.

Emilio fue Obispo Auxiliar de Cienfuegos-Santa Clara en 1991 y nombrado Obispo de Cienfuegos el 10 de junio de 1995, prestando estos servicios en la Diócesis hasta el año 2005, fecha en que fue nombrado Obispo de Holguín.

Emilito fue un Obispo amante de la historia de las localidades, dejando en cada mensaje una huella del cronista y la puerta abierta para un reportaje. Mons. Emilio, ofició su última misa como Obispo de Cienfuegos, el 8 de diciembre del 2005.

A partir de esta fecha ejerce su ministerio como obispo de la Diócesis de Holguín-Las Tunas.

Mons. Domingo Oropesa Lorente

Obispo Domingo Oropesa

Nacido en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, España, el 10 de octubre de 1950.

Con veintisiete años de edad, ingresa al Seminario Metropolitano San Idelfonso de Toledo, donde realiza estudios para sacerdote, de Filosofía y Teología.

Es ordenado sacerdote el 15 de julio de 1984 en la Arquidiócesis de Toledo, España. Entre los años 1987 y 1989 cumple sus ministerios sacerdotales en la Arquidiócesis de Toledo y años más tarde se convierte en Vicario General de Fuensalida y se desempeña como párroco in solidum de Puente del Arzobispo.

Durante sus servicios en España, fue elegido a nivel regional, Presidente de las Obras Sociales y Vicepresidente a nivel nacional, realizando una importante labor en las Residencias de Ancianos de Castilla de la Mancha.

Llega a Cuba el 14 de septiembre de 1999 para prestar sus servicios en la Diócesis de Camagüey, convirtiéndose en el primer párroco de la iglesia “El Sagrado Corazón”, en Céspedes. En septiembre del 2006 es nombrado párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Florida, Camagüey.

Es nombrado Obispo de la Diócesis de Cienfuegos, el 9 de Julio del 2007.

En la Festividad de Cristo Rey, del año 2007, es entronizado en la S. I. Catedral de Cienfuegos, el escudo episcopal de Mons. Domingo, que se encuentra ubicado en el altar mayor.

Realiza funciones de párroco en la Catedral desde mayo del 2011, hasta diciembre del 2012.

En su etapa se retoma la procesión del Corpus Christi en Cienfuegos, que no se realizaba desde la época de Mons. Eduardo Martínez Dalmau. Esta importante tradición cienfueguera y hermoso gesto público de la Iglesia Católica, sale a las calles el 25 de mayo del 2008, después de haberse celebrado la solemne misa en la S. Iglesia Catedral de Cienfuegos y que un grupo de niños de la comunidad, recibieran por vez primera el sacramento de la Eucaristía.

Mons. Domingo coordina la pastoral vocacional en la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC). A esta faceta vocacional dedica energía y tiempo. Los seminaristas de la diócesis son bien conocidos por los fieles gracias a su inclusión en todas las actividades importantes como parte de su preparación. Gran impulso ha recibido también la formación de diáconos establecida en la Casa Piteiras de la localidad.

Fragmentos tomados del libro "Acercamiento histórico, religioso y cultural a la Santa Iglesia Catedral de Cienfuegos" de Yoel Suárez González y del primer número de la revista diocesana FIDES

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