CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS DETERMINANTES
         
La información ofrecida a continuación, está fundamentada en 
documentos testificales del siglo XIX, contenidos en legajos
 de los expedientes del Gobierno Superior Civil de la isla (Leg. GSC) 
presentes en el Archivo Nacional de Cuba, en Legajos de
  las Actas Capitulares del Ayuntamiento de la Villa de Cienfuegos (Leg.
 AC) presentes en el Archivo Provincial de Cienfuegos
   y en Memorias de Personalidades de la época (Pedro Oliver y Bravo, 
Enrique Edo, Jacobo de la Pozuela, Mons. Fr. Jacinto M. Martínez Sáez, 
etc.).
Antes de 1833. Primera misa
   Anterior al año de 1833 y al fondo de la actual Iglesia en el 
solar No. 109, fue construida en el año de 1820, un año posterior a
 la fundación de la Colonia Fernandina de Jagua (22 de abril de 1819), 
un oratorio o “barraca de guano”(E. Edo) donde se celebró la
  primera misa, el 11 de diciembre de 1820 con el cura Fray Antonio 
Loreto Sánchez , primer cura de almas de la colonia cuando esta 
  era solo “un proyecto de población” (P Oliver y Bravo). El 1 de 
octubre de 1825 un huracán destruye este oratorio y “sirven de 
  iglesias provisionales las casas de Mr. Howard, D. José Capote y 
otros” (P. Oliver y  Bravo).
Papado de León XIII y Pio IX
La Iglesia actual fue erigida en S.I. Catedral luego de creada la 
Diócesis de Cienfuegos, tercera en Cuba, el 20 de febrero
 de 1903 por Bula del Papa León XIII (1878-1903). Su advocación de “La 
Purísima Concepción“ se ofrece en el año de 1833 al 
 concluirse la primera construcción proyectada la Parroquia, en tiempos 
del Papa Gregorio XVI (1831-1846). La Purísima es 
 el nombre antonomástico con que se conoce  a la Santa Virgen María, 
sinónimo también de Inmaculada, nombre que fue  universalizado 
 por el siguiente Papa, Pío IX (1846-1878) mediante su Bula 
“Ineffabilis”.
El Papa Pío IX tuvo el pontificado más largo de la historia de la 
Iglesia después de San Pedro (casi treinta y dos años) 
y a su papado corresponde todo lo que se conserva de la Parroquia tanto 
su “ensanche” o “extensión” con la torre pequeña como 
el “nuevo templo” o “nuevo edificio”. Ambos conjuntos conservan en la 
actualidad su arquitectura original del siglo XIX, salvo 
algunas intervenciones posteriores realizadas en su interior en el siglo
 XX (motivo fundamental del proyecto de restauración 
interior presentado) y el cuerpo superior añadido en la esquina N.O. 
entre las calles San Luis y San Carlos presumiblemente 
a finales del siglo XIX (en el interior de este cuerpo, se aprecian 
molduras de cornisas del edificio original que testifican su añadido). 
La torre pequeña
Joaquín E. Weiss en su libro “La Arquitectura Colonial Cubana,”  insatisfecho con la torre pequeña, consideraba que hubiera
 tenido mayor lucimiento si se hubiera reconstruido y “terminada a la altura de la mayor” tal y como posteriormente se presentó
  en el “Proyecto de Reformas”, en el año de 1938, por el Párroco Pbro. Moisés Arrechea quien propuso además duplicar 
  simétricamente a la derecha el cuerpo superior añadido a la izquierda para una mayor belleza.
   
    La Catedral con una sola torre
 El proyecto no se llevó a cabo. En realidad la torre pequeña, aunque entorpece la simetría Neoclásica, resulta tener un 
 inestimable valor patrimonial, al mantener su presencia como testimonio de la iglesia primitiva y como constancia de contribuir
  a la tipología asumida en la nueva fachada. Resulta importante también porque honra la memoria de uno de los más importantes 
  ingenieros del siglo XIX en Cuba, el  Sr Director sub.-inspector del cuerpo  de ingenieros de esta Isla Don Mariano Carrillo 
  de Albornoz, “quien con la mayor brevedad se encargó de hacer formar el plano correspondiente para esta construcción llegando 
  su amabilidad, hasta haberlo ya remitido en cuya consecuencia y arreglado a él se ha dado ya principio a los trabajos de 
  excavación para los cimientos…” (Leg. 767 GSC), documento enviado por el Exmo. Sr  Ramón Ma. De Labra al gobernador de 
  Cienfuegos el 17 de Febrero de 1848.
 
 
Sobre la edificación conservada desde el siglo XIX se puede afirmar 
que la torre pequeña fue construida entre los años de 1848
 y 1852, denominada como “obra de ensanche” o “extensión” de  la antigua
 iglesia (Leg. 767 GSC) construida esta en el año de 1833,
  año en que se declara la creación del curato de la Villa, 
concluyéndose la Iglesia Parroquial con la advocación de “La Purísima
   Concepción “(P. Oliver y Bravo, 1846). Se le denominaba en el 
proyecto “Iglesia Provisional” (Leg. 1133 GSC) porque los bajos 
   fondos económicos no le permitían construir la Iglesia en su 
totalidad, pero los 15 años en espera de la construcción de la 
   torre se fundamentó no solo por razones económicas.
  
   En el siglo XIX, España vive una extrema inestabilidad política oscilante
    entre monarquía y liberales anticlericales (1812-1814,1820-1823 y 1833-1843) que culminaron con la reforma eclesiástica de 
    1852 y con todo un proceso de secularización que afectó los centros de formación del clero insular y las bases económicas de
     la Iglesia, donde los diezmos pasaron a ser cobrados por la Real Hacienda; hubo rompimiento de España con la Santa Sede y 
      la Diócesis tuvo un período de 14 años sin obispo.
 
Propuesta del nuevo templo. Primera piedra
Desde la muerte del Obispo Espada en el año de 1832 no se consagró 
otro obispo hasta el año de 1846 afectando la terminación 
de la iglesia con la construcción de su torre campanario. Esta Iglesia 
consistía en “un pequeño cuerpo, dividido en tres naves 
con columnas de madera, arcos de tabla y tejas vana: todo muy bajo y aún
 amenazando con desplome” (Mons. Fr. Jacinto S.A. Martínez
 Sáez,  primera visita pastoral. 1866), determinándose posteriormente el
 “tener que desbaratarse el antiguo edificio” (Leg.47 AC) 
 dado el avance de la construcción, entre los años 1866 y 1869 del 
“nuevo templo” (Leg. 146V AC) o “nuevo edificio” (Leg. 772 GSC),
  cuya acta de inauguración ofrece la constancia de la colocación  de la
 piedra fundacional, el 3 de diciembre de 1866, en el ángulo
   del solar de la Iglesia formado por las calles de Santa Isabel y San 
Carlos.
 
En un hueco previamente dispuesto en la piedra  se colocaron dos 
ejemplares del Acta, acompañándolas según  es uso y costumbre
 en tales casos de los números de los periódicos de esta Villa que hoy 
se han publicado y de varias monedas nacionales de año reciente” 
 (Leg. 772 GSC) información valiosa para los trabajos arqueológicos. 
Aunque el nuevo templo se bendice el 8 de Diciembre de 1869, día
  de celebración de la Purísima, se concluyeron algunos trabajos con 
posterioridad.
 
Terminación en 1871-1873
En el año de 1871 se terminó la torre de campanario, se colocaron los
 trece vitrales representando los 12 apóstoles y el Salvador.
 En el año de 1873 se colocaron las vidrieras para cubrir las 2 lucernas
 que dan al prebisterio, se colocaron 4 campanas y el valioso reloj de 
cuatro esferas,
  que se iluminaba con luz de gas, con tres campanas anexas para los 
cuartos y las horas y finalmente se colocó el nuevo altar mayor
   de orden romano remitido desde Barcelona.
    
    La Catedral en el año 1900
Proyectos
Se puede concluir que en todo el proceso de construcción de la Iglesia hubo tres etapas constructivas con proyectos 
(1833, 1848-1851, 1866-1869….1873).
Se ha podido conocer de la existencia de seis proyectos. De lo
 que se construyó, solo se conoce el plano de la iglesia Provisional
 de 1833, pero desafortunadamente no se han encontrado los planos de los
 proyectos de la torre pequeña (1848) y del nuevo templo (1866). 
 Además del proyecto anterior, solo se encuentra el plano del primer proyecto
 con fecha 1 de diciembre de 1825  posterior al huracán 
  y firmado por “Don Félix Bouyon, teniente de Navío de la Real Armada y
 capitán de este puesto” con un presupuesto de 2’142 pesos que 
  representaba una modesta Iglesia de madera y tejas, de tres naves de 
25 varas de largo con 14 de ancho (Leg. 632 GSC) que no se 
  llegó a construir.
 
Estaba establecido con la colonia que los proyectos debían ser 
aprobados primeramente por el gobierno Superior Civil y luego por el 
obispo de la Diócesis de la Habana con su correspondiente licencia 
eclesiástica. Favoreció mucho el ascendente proceso de 
institucionalización 
de la floreciente y próspera colonia. Ya a los diez años de fundada la 
colonia Fernandina de Jagua, el 20 de mayo de 1829 el Rey de España
 dispone por Decreto Real, la instalación de la Comisión Regia para la 
colonia presidida por Don Francisco Arango y Parreño. Ese mismo año
  se agració la población con el título de Villa de Cienfuegos y se 
instaló el ilustre Ayuntamiento. A partir del año de 1830 comienza la 
  redacción de las Actas Capitulares. Ya transcurridos cinco años del 
inicio en funciones de  la Comisión Regia, en el año de 1834 cesan sus
   funciones de intermediario con el Gobierno Superior y en el año de 
1880 se declara Cienfuegos como ciudad.
 
Todo este proceso administrativo-institucional explica el por qué del
 comienzo de las evaluaciones de los proyectos a partir del segundo 
Proyecto que se envía al GSC el 15 de Junio de 1830, sin evidencia 
de planos, remitido por Bouyon (Leg. 1133 GSC) fue de tan mala calidad 
que la Comisión Regia encomienda al Arquitecto D. Francisco Gómez que 
elabore un tercer proyecto (sin planos archivados) con fecha 9 de
 
septiembre de 1830 con un presupuesto de treinta mil pesos y consiste en
 una sola nave porque no se podía hacer más con ese dinero. 
Aún el 13 de Febrero de 1832 no se había recibido la Licencia 
eclesiástica (en ese año murió ya muy enfermo el obispo Espada).  
Una vez recibido el proyecto en la villa se decide por el gobernador 
una nueva proposición de proyecto con tres naves, elaborado por
 Don Félix Cournillot y titulado “Iglesia Provisional” que es la que se 
encuentra archivada por el GSC y se supone que fue el ejecutado 
 por su concordancia dimensional tomando como referencia la posterior 
torre pequeña y las capillas. Consta que el “Presupuesto de los costos 
para la fábrica de una Iglesia Provisional de 36 varas de largo sobre 18
 de ancho para la
 villa de Cienfuegos capital de la Colonia Fernandina de Jagua equivale a
 un total de 8’254 pesos” (Leg. 1133 GSC).
Del cuarto proyecto no se conocen los planos y se refiere a la
 torre campanario y fachadas, elaborado por Don Mariano Carrillo de 
Albornoz (Leg 767 GSC) y “fue construido por la suma de 12’800 pesos 
conforme al plano” (Leg 767 GSC). Le hace constar que en el
 Ayuntamiento de la Villa fue archivado el testimonio del acta de 
colocación de la primera piedra el 14 de febrero de 1848 (Leg. 767 GSC).
El quinto proyecto “sobre el ensanche de la Iglesia” aprobado 
por el Sr. Obispo Diocesano y con un presupuesto de 21’000 pesos 
no fue estimado por el Ayuntamiento el 5 de febrero de 1859 por falta de
 autorización (Leg.91 AC). Por otra parte resulta 
contradictorio que Enrique Edo afirma que “en el año de 1863 se dieron 
los primeros pasos para el ensanche de la Iglesia formándose
 en efecto un plano por el citado arquitecto Dn. Luís Zápan”. En 
realidad, Zápan era un Alarife de Albañilería o maestro mayor
  nombrado por el Ayuntamiento el 1ro de enero de 1859 (Leg. 93 AC), el 3
 de enero de 1862 (Leg. 7 AC) y el 8 de enero de 1864 (Leg. 5 AC).
   El primer Arquitecto Municipal que tomó posesión en la Villa de 
Cienfuegos se nombraba  Antonio de Ariza y Pereira, 
   acreditado el 23 de Julio de 1869 (Leg. AC) por Real Orden del 14 de 
febrero de 1868. 
El sexto y último proyecto fue el que se ejecutó 
definitivamente y no se han encontrado, de manera  sorprendente, ni 
planos,
 ni pruebas testificales precisas con excepción de comentarios y 
descripciones sobre todo de Enrique Edo. Sobre el proyecto, J.E. Weiss
  refiere  “reedificándose esta de un  todo  la Iglesia con  arreglo a 
unos bonitos planos presentados por el ingeniero 
  Don Santiago Murray”.  
  Muy apreciado por su inteligencia y creatividad, el Ayuntamiento lo 
propone como “Ingeniero de la Municipalidad “para todas las
   construcciones en el año 1865 pero en el año 1866 la Habana 
“desestima el nombramiento” porque por Real Orden de 1859 se  
   especifican sólo plazas para  Arquitectos Municipales (graduados en 
Academias de Nobles Artes como la Academia de San Fernando
    o la de San Carlos) y estipulado también por las Ordenanzas de 
Construcción de 1862.
Influencia de los obispos del momento
Resulta importante destacar  que todo el proceso de Proyección y Construcción de la Iglesia en el Siglo XIX tuvo la influencia
 positiva y determinante de los tres obispos que le correspondieron:
- 1.	Obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa (1800-1832): a pesar de su enfermedad y pocos recursos, impulsó la 
construcción de la primera Iglesia, pero más allá de esta función, representó una de las figuras más destacadas en la cultura 
cubana del Siglo XIX, promotor de la Ilustración y de los valores cristianos, apoyando “a los sectores
 desfavorecidos de la Sociedad Cubana.....Independentistas”. (E. Torres Cuevas).
- 2.	Obispo Don Francisco Fleix y Solans (1846-1865): Para él, “no se trataba únicamente de construir sino también de hermosear”
 (J.M. Leiseca). Bajo su ministerio se proyecta y concluye  la primera torre y fachada de la Parroquia.
- 3.	Obispo Fray Jacinto Ma. Martínez Sáez  (1865-1873): “La visita pastoral produjo en Cienfuegos la reconstrucción  de la actual 
Iglesia... extraordinariamente constructivo y de depurado gusto estético... inició y llevó a cabo una serie de obras, 
muchas de las cuales ostentan el inconfundible sello de su artística dirección”. (J.M. Leiseca). De su visita pastoral a la 
Villa el 23 de noviembre de 1866, la crónica aparecida en el Boletín Eclesiástico informa que “A la vista de aquel numeroso 
concurso y de la pequeñez del templo, excitó la piedad de sus oyentes y les manifestó la necesidad de construir otro más 
capaz... comparó la riqueza, el progreso y la cultura de la población con la pequeñez de la Iglesia que tienen...” En 
sus memorias nos dice “Apenas llegué allí, advertí que todos los edificios eran nuevos y hermosos, algunos de bastante 
elegancia sólo la Iglesia carecía de todo esto. Tenia sí, su torre elegante, con una fachada pequeña y un enrejado de 
no poca elegancia, pero su interior...”
Papel de las donaciones en la construcción del templo
Se hace necesario destacar que prácticamente la construcción del 
templo se debió fundamentalmente a las donaciones 
de los fieles y a la filantropía de sus más acaudalados ciudadanos. Si 
comparamos el costo  de la anterior Iglesia (8’254 pesos)
 y de la torre (12’800 pesos) para un total de 21’054 pesos, con el 
costo de la nueva Iglesia de 100’000 pesos (E. Edo) 
 equivale a quintuplicar todo lo realizado acorde a la “hermosa y 
floreciente Villa de Cienfuegos” (Fray J.M. Martínez Sáez). 
 El Obispo Fray Jacinto Ma. Martínez Sáez logró ver concluida su 
Iglesia, pues salió  en 1869 para el Concilio Vaticano I de una manera 
forzada por ser
  considerado desafecto (no toleró las injusticias del gobierno y los 
voluntarios) y no se le permitió la entrada de nuevo a la Isla.
  Volver arriba